Nuevas medidas contra la irresponsabilidad vehicular
Sin importar el medio que utilice para trasladarse de un sitio a otro, debe estar de acuerdo con que siempre hay más de un imprudente en el camino. La forma de conducir y aparcar parece formar parte de otro código o manual de conducción en la mente de estos imprudentes, pero esto está a punto de llegar a su fin.
¿Por qué podemos afirmarlo? Porque el código penal ha recibido un cambio en lo que legislación para conductores de todo tipo de vehículo se refiere. Las imprudencias y abandonos de los sitios de los accidentes serán sancionados con más fuerza que en fechas pasadas.
La base para esto es la Ley Orgánica 2/2019, que surge como medida de respuesta frente al constante aumento en el número de accidentes, en el que peatones y ciclistas resultan afectados por conductores de ciclomotores y vehículos a motor.
¿Qué implica este cambio?
Básicamente el aumento de la punición para los infractores, cambio de la perspectiva de abandono del lugar del accidente, convirtiéndolo en un delito, y medidas aclaratorias para la interpretación y calificación de las imprudencias cometidas al volante, así como su penalización.
Esto no anula estatutos o cambios anteriores sobre sanciones y formas de tratar estos casos, por el contrario los refuerza y permite la mejor gestión de cada situación. Por ejemplo, el tráfico vehicular bajo los efectos de estupefacientes y alcohol parece ser pasa a ser catalogada como una negligencia grave y se tratara con sanciones penales acordes a este tipo de delito.
El exceso de velocidad, conductas inadecuadas y peligrosas al volante entran dentro de este mismo renglón. Si estás prácticas conllevan a un accidente la sanción puede ser de 9 años de prisión como mínimo de acuerdo al número de afectados, gravedad de las lesiones o la muerte de algún involucrado.
¿Y el abandono del lugar de un accidente? Tanto en casos de evasión de responsabilidad o de abandono de heridos o fallecidos, es decir, la omisión del deber de socorro de todo conductor, será sancionado igualmente con severidad siempre y cuando las circunstancias no sean las responsables de impedir al conductor cumplir con tal deber.
¿Funcionará el cambio? ¡Esperemos que sí! Puede que veamos los resultados de estos ajustes mucho antes de lo que esperamos viendo un ambiente diferente en calles y vías públicas brevemente por la reducción de la cantidad de conductores temerarios e irresponsables.
Comments are closed.